Sophie Bolo, “Vivir en sociedad. La vida en grupo”
A medida que vamos creciendo, también crece nuestra curiosidad por el
mundo que nos rodea. En la escuela, en un club deportivo o en el trabajo,
vivimos en comunidad con otras personas.
Adaptarse los unos a los otros
Las relaciones con los extraños no se parecen mucho a las que tenemos
en nuestra familia. Hay lazos de amor que nos unen a nuestra propia familia.
Estamos acostumbrados los unos a los otros, aunque de vez en cuando haya discusiones.
Pero la sociedad también está compuesta de personas que no son nuestros
hermanos ni nuestros amigos. No siempre tienen las mismas costumbres que las
nuestras. Hace falta tiempo y paciencia para conocerlos. Vivir en sociedad es
aprender a relacionarse con toda clase de personas y en toda clase de
situaciones.
La vida con los demás
Compartimos con los demás muchas de nuestras actividades. A menudo
jugamos y trabajamos con otras personas. Desde que empezamos a ir al jardín de
niños, descubrimos una sociedad de la que vamos a formar parte durante mucho
tiempo: ¡la escuela! Los clubes deportivos también son sociedades.
Podemos llamarlas “sociedades” porque son grupos de personas
organizados de tal modo que existen actividades comunes. El lugar donde trabajan
los padres constituye otra sociedad, muy pequeña si administran un restaurante,
pero muy grande si laboran en un hospital o en una fábrica.
Sophie Bolo, “Vivir en sociedad. La vida en grupo” en Vivir con los
demás: la familia, la sociedad, las leyes la justicia. México,
SEP-Larousse, 2005.
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