Frutas mexicanas etimologia nahuatl
De las frutas, la sandía debería ser la más mexicana -por tener los
colores de la bandera-, pero su nombre es árabe y significa “melón del Sid”,
una región paquistana; aunque podría interpretarse también como “del río Indo”.
La tuna tampoco tiene nombre nacional, pues aunque se refiere al fruto del
nopal, proviene de un idioma caribeño, el taíno: tuna, y significa simplemente
el nombre de dicha fruta.
Si son de México, en cambio, hasta en el nombre: la jícama, el capulín,
el zapote, el tejocote, el cacahuate, la pingüica y el camote.
La jícama procede del náhuatl xi-camac: “cometela”, de camatl: boca. El
capulín es una “cereza a la mexicana”, y su nombre procede del náhuatl. El
zapote, ya sea el negro, tlilzapote o el chicozapote, del cual se extrae el
chicle, debe su nombre al hecho de tener sabor dulce: tzapotl. En cambio, por
ser agrio, el tejocote lleva ese nombre, del náhuatl xocotl: ácido.
El cacahuate -llamado en países antillanos maní- tiene raíces nahuas.
Es una palabra recortada, porque originalmente era tlalcacahuatl: de tlalli
tierra, suelo (el fruto queda bajo el suelo) y cacahuatl: “granos de cacao”.
La pingüica, por su parte, procede del purépecha. El camote,
finalmente, tiene una raíz nahua, camotli, nombre que le daban los aztecas a
esta “raíz comestible”, que en otras regiones se conoce como batata.
Héctor Anaya, “Frutas mexicanas” en ¿De dónde vienen las Palabras?
Etimologías para Niños. México, SEP-XXI, 2008.
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